miércoles, 8 de julio de 2009

5 RAZONES PARA COMPROMETERSE CON EL PARO


Trate de encontrar los poemas de Cesáreo Martínez que hacen referencia a las luchas sindicales para copiarlas en este blog, no los encontré; de todos modos está este texto con similar sentido.


Cinco razones puras para comprometerse (con el paro)

“Cinco razones puras para comprometerse (con la huelga)” es el título de uno de los magistrales libros de poesía política del fallecido poeta Chacho Martínez. En él, nuestro autor exhibía un resuelto manejo de recursos expresivos de la llamada “poesía pura” —Eielson, Varela, Sologuren— a disposición de uno de los temas centrales de la poesía política, ese tema por el cual se sigue escribiendo, grabando, reporteando, blogueando y todo lo demás: las luchas sindicales de los trabajadores.

Y para procurarnos comida en este país, señores del poder,

Hemos convertido la noche

En días interminables, hemos gastado nuestros cuerpos inútilmente

Mas no conseguimos evitar el rencor de nuestros hijos en la mesa vacía.

En esta comarca, señores del poder, hace siglos que la vida es imposible.

Para que la vida sea posible,

para que nuestros hijos no nos miren con rencor

porque están malpapeados,

para que su educación no sea una estafa

desde el nido hasta la universidad,

es imprescindible hacerse escuchar con medidas tradicionales:

un paro, una huelga, una protesta social son derechos adquiridos.

Estas son mis cinco razones “puras” para comprometerme con la protesta social:

Porque soy una trabajadora. Muchas veces los mandos medios confunden su posición política en esta tierra con la de aquellos que les dan trabajo. No propongo que nuestra vida sea una lucha de clases permanente y que el odio de clase sea el motor central de nuestras acciones. Por supuesto que el tema político es, sobre todo, la búsqueda de consensos y así entiendo la democracia. Pero es necesario ubicar los justos reclamos salariales y es imprescindible que los “trabajadores” reconozcamos que lo somos, y eso implica tomar conciencia de nuestra posición.

A veces son los mandos medios quienes fungen como los mejores defensores de los intereses rentistas de los malos empresarios, y no entienden que ellos NO tienen acciones en las empresas donde trabajan, sino simplemente un sueldo que como un derecho por su trabajo realizado, no como un regalo del dueño de la empresa. Las alianzas bajo la mesa entre unos y otros en desmedro de trabajadores como ellos no sólo son censurables, son verdaderamente asquerosas. Las defensas públicas de los intereses rentistas de parte de los mandos medios, contra trabajadores como ellos, son patéticas.

Porque una lucha sindical es una lucha política. Fiel a mis principios feministas, puedo aducir como lo dirían las norteamericanas que inclusive “lo personal es político”. En este sentido, no hay nada más político en este mundo que las estrategias de la clase trabajadora para poner en agenda sus reclamos. No es posible pensar las diversas formas vinculadas a la opresión laboral como “puras”, en realidad, no es posible pensar nada como “puro”, además del título de esta kolumna. El derecho laboral responde, precisamente, a ese espacio de negociación de poder imprescindible entre trabajadores y empresarios.

Porque este es el momento preciso de los reclamos: el momento de las vacas gordas. Si antes hemos sido un país a cuentagotas, acostumbrado a la precariedad, a la insolvencia, a la injusticia para sobrevivir como nación, pues ahora sí hay posibilidades de que se reparta la torta. La infame metáfora del chorreo debe ser eliminada de nuestra imaginación de inmediato: los trabajadores no esperamos que chorree, sino que se amplíen los derechos a acceso a la salud, a la educación, a una jubilación digna, a un “bien estar”, y no sólo a una capacidad de mayor consumo.
Porque hay que ejercer la ciudadanía para ser ciudadanos. La lógica del siervo o del amo-esclavo se ha acabado. Un paro nacional plantea ampliar el Estado y su papel en la sociedad. Y lo que sucede en el Perú es “no hay Estado” o simplemente éste no funciona como debería en bastas zonas de nuestro territorio. El aparato burocrático del Estado está respondiendo a una lógica de la “búsqueda de inversiones” y está postergando temas que, tranquilamente, van en cauces paralelos y representan las necesidades imprescindibles de la población.

(Pero hay que ejercerla sin agresiones que sean contraproducentes). En la medida que los periodistas que van a cubrir las movilizaciones de los trabajadores son trabajadores como ellos, ¿por qué agredirlos? ¡¡¿Escupirle a una periodista y tirarle un plato de cebiche?!! No solamente es agresivo, violento, inútil sino también estúpido: será precisamente ella la prueba de que el paro no ha cursado los cauces de la sociedad política. ¿Quemar la municipalidad de Madre de Dios qué sentido tiene? Obviamente un paro no es una fiesta patronal: la violencia potencial cobra pulso en cada vera del camino, pero es imprescindible saber quiénes son los amigos, quiénes los enemigos, y a estos también respetarlos.
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Tomado de:

jueves, 2 de julio de 2009

A limpiar el congrezoo peruano: nido de ratas y alimañas convenidas

No en vano, un poco más del 90% de peruanos rechaza el desempeño del congrezoo peruano (así debe ser nombrado ahora esa entindad que no representa al ciudadano peruano ni mucho menos al ideal democrático del "sentir popular").
El congrezoo peruano esta plagado de ratas corruptas, de ovejas con sumisión convenidas, de parásitos inmovilizados por lucros futuros, de puercos engolosinados por cierto poder coyuntural, de agerridos "luchadores sociales" que a la hora de las grandes definiciones se convierten en angurrientos mamíferos de cuatro patas y pocas luces. Y, siempre vemos a los búfalos de ayer con sus pezuñas demagógicas y sus bufidos de doble moral y doble discurso; a los otorongos comechados y a los camaleones que generación tras generación aparecen como luciérnagas revoloteando tras un brillo metálico-monetario.

Aquí reproducimos el articulo de Alvarez Rodrich aparecido en La República de hoy.

El quilombo parlamentario

Oiga usted, qué tales partidos tenemos, ¿no?
Al margen del sentido de la sesión en que no se alcanzó los votos para censurar a los ministros Yehude Simon y Mercedes Cabanillas, esa fue otra confirmación de que si algo falta en el Perú es partidos políticos y que nos sobran, en cambio, entidades que administran la política para el beneficio particular.
A diferencia de la disciplina de la bancada aprista, en la que luego de un debate interno todos sus miembros votan según lo acordado, en el resto de agrupaciones abundan los que no se sienten parte de un colectivo pues entienden su partido como plataforma a usar según propio criterio y beneficio personal.
Eso marca la diferencia de peso específico de cada partido. Los que deciden de manera colectiva son influyentes. Los otros, en cambio, es decir aquellos en que cada integrante vota como le da la gana, son la delicia de los primeros.
No de otra manera se entiende que congresistas que se jactan de ser ‘opositores’ al final se troncharan para votar por la salvación de ministros que sus partidos supuestamente pretendían censurar.
Por ejemplo, Karina Beteta, Carlos Cánepa, Aldo Estrada y José Vega (de UPP) se abstuvieron de censurar a Simon y Cabanillas al igual que Antonio León de Bloque Popular y David Waisman de Perú Posible. Otros, como Lourdes Alcorta (UN) y Rolando Reátegui (fujimorismo) solicitaron licencia, mientras que Rosa Venegas (Coordinadora Democrática) participó en las cuatro horas de debate pero se ausentó al momento de la votación. Por su parte, Álvaro Gutiérrez y Gustavo Espinoza votaron abiertamente en contra de la censura, pero ambos andan desde hace tiempo en cosas más raras que explican sus raras votaciones.
Algunas votaciones requieren, por su naturaleza, darles libertad a los congresistas para votar según criterio propio, como las de asuntos religiosos o de índole parecida. Pero el resto de votaciones, como las de carácter político –y nada más político que una interpelación–, exigen unidad de acción.
Lo peor y más vergonzoso de todo es que estas disidencias tan frecuentes entre los parlamentarios no se explican, en la mayoría de los casos, por razones de orientación política o de un concienzudo análisis costo/beneficio social, sino, para decirlo de un modo claro y directo, de cuchipandas, prebendas, viajes a Roma como los que organiza el congresista Gutiérrez, y toda clase de fritanga particular.
Este fenómeno debilita profundamente a los partidos políticos y a la democracia, y constituye otra expresión más de la profunda corrupción y mediocridad de nuestro Congreso. Que no se quejen, después, de que la gente desprecie a sus integrantes.

NO al CORRUPTO Alex KOURI BUMACHAR y a todo rezago FUJIMONTESINISTA

"Alan, eres terrorista, mataste a nuestros hermanos, estudiantes, PROFESORES, hijos"

MARIO BENEDETTI: CAMINO ABIERTO EN EL SUR DEL ALMA

La acumulación de capital exige más mercancía: ...democracia, educación, salud.

LA CRISIS DE LA EDUCACION PERUANA

El pueblo unido jamás será vencido

LAS MENTIRAS DE ALAN